Quando il 24 febbraio il presidente russo Vladimir Putin dà l'ordine di invadere l'Ucraina, migliaia di famiglie ucraine decidono di attraversare il confine il più rapidamente possibile. Da un giorno all'altro devono lasciarsi tutto alle spalle. Una valigia con i vestiti e uno spazzolino da denti, questo è tutto ciò che possono afferrare. Anche se in madrepatria, rimane anche qualcos'altro: i propri cari. Famiglie e gruppi di amici sono dilaniati dalla guerra. Li riunisco in questa serie di foto pubblicata in De Morgen : a sinistra gli ucraini fuggiti, a destra i loro familiari e amici lasciati alle spalle.
March 30-31, 2022. Anna (37), Vlad (12) and Miroslav (7) seen in Moldova without Ruslan (44) that works as a manager in Odessa. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 31, 2022. Nikolay (16) seen in Moldova without his crew of Kiev: Tim (16) Danya (16) and Denis who stay in the capital of Ukraine confident in the victory of Ukrainian soldiers. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30, 2022. Veronika (28) is alone in Moldova with Kira (5), they were living in Mykolaiv. They are without Vitaliy (30) "my whole life has changed. You can't imagine how afraid I am". Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Arina (11) seen in Moldova without her best friend Daria (10) who stay in Odessa with her family. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 31, 2022. Olga (33) is alone in Moldova with Iliay (few months), they were living in Odessa with Sergey (40). Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Tatiana (50) and Liza (15), left Odessa without Kirill becouse he is 18 and can't leave the Country becouse of Martial law. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Larissa (40), was living in Odessa. She is now in Moldova without her father Vladimir (87), her mother Elena (85) they left Mykolaiv to stay in Odessa with Olga, sister of her mother. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Vladimir is in Moldova. He left behind her friend Yevgenia because of war, she is working as salesman and choosed to stay with her husband and her sister in Ukraine. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 31, 2022. Yaroslavl (19) seen in Moldova without his friends Grisha (20) and Eugeniy (19) who stay in Odessa. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 31, 2022. Nadezhda (63), arrived in Moldova March 20 without Euheniy (41) who have to stay in Mykolaiv supporting the army against Russian invasion. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Becouse of bombs in Mykolaiv Tatyana (42) and Marks (4), are without their cat Anfissa (9). Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Margarita (26) is 39 weeks pregnant, she is now in Moldova with her daughter Julia (5) and they left in Odessa Anatoli (30), father of Julia and husband of Margarita. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Veronika (38) was a dancer in Odessa, she flee Ukraine to reach Moldova with her kids Margo (9) and Dimitri (13) while Alexio (40) cannot leaves the country becouse of Martial law. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
March 30-31, 2022. Olga (37), Dani (14), Nikita (13) were living in Odessa. The family have been seen in Moldova without the father/husband Pavlo (37). They consider themselves lucky becouse Pavlo is not on the front line, he is a sailor. Photo by Gian Marco Benedetto/Anadolu
Yaroslavl (19) ha cruzado la frontera con su madre y su padre y es retratado en Moldavia sin sus amigos Grisha (20) y Eugeniy (19) que se quedan en Odesa. Es el éxodo de niños, discapacitados, mujeres, ancianos. Cuanto más pasan los días, más las personas que huyen de Ucrania toman la forma de la "humanidad frágil". Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Grisha (20) y Eugeniy (19) viven en Odesa y son los mejores amigos de Yaroslavl (19) que ahora vive en Moldavia. Su íntima amistad se trunca de forma irreversible cuando estalla la guerra. "Construir una amistad lleva años, pero destruirla solo un segundo". Comunican gracias a las redes sociales. Foto de Gian Marco Benedetto
Chisinau Moldova
Anatoli (30), padre de Julia y esposo de Margarita, vive en Odesa, mientras que Margarita (26), con 39 semanas de embarazo, está en Moldavia con su hija Julia (5). Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Margarita (26), 39 semanas de embarazo, ahora está en Moldavia con su hija Julia (5) y dejaron en Odesa Anatoli (30), padre de Julia y de la futura niña y esposo de Margarita.
Se alojan en una residencia turística en Moldavia y se benefician de la asistencia y acompañamiento que se ofrece a las mujeres embarazadas y a las que han sufrido violencia de género y sexual, tanto dentro de Ucrania como en los países donde buscan refugio. La violencia de género, incluida la violencia sexual, es un instrumento de guerra muy extendido, aunque a menudo permanece invisible para las noticias. En el caso de Ucrania, Naciones Unidas ya ha registrado 124 denuncias de violencia sexual. La violación, el embarazo forzado, la trata de personas y otros abusos sexuales se convierten en una táctica de control y humillación para las mujeres en contextos de guerra. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Larissa (40), vivía en Odesa. Ahora está en Chisinau (Moldavia) sin su padre Vladímir (87), su madre Elena (85) dejaron Mykolaiv para quedarse en Odesa en casa de Olga, hermana de Larissa. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Vladímir (87) y Elena (85) dejaron Mykolaiv para quedarse en Odessa con Olga, hermana de Larissa (40) que escapa a Moldavia. Los ancianos en Ucrania sufren hambre, soledad y enfermedades. Para muchos de ellos, el conflicto se caracteriza por esperar en aldeas amenazadas por el fuego enemigo, dentro de viejas casas en ruinas. Necesitan la solidaridad de familiares o voluntarios. Muchos reviven la pesadilla de la Segunda Guerra Mundial bajo la amenaza de los soldados. Entre las víctimas de este conflicto anunciado, presencian con impotencia el derrumbe de todo lo que han construido en sus vidas. Muchos son voluntarios o están listos para luchar esperando la paz. Según datos de la oficina nacional de estadísticas, el año pasado, más de 10 millones de ucranianos tenían 60 años o más: aproximadamente una cuarta parte de la población total. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Anfissa (9), sin sus dueños, escapa durante las emergencias del conflicto en Ucrania, junto al éxodo de refugiados, junto a los muchos animales que viven desde hace días bajo bombardeos, sin comida en camino hacia los bosques o las fronteras. Photo by Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Tatyana (42) y Marks (4), están sin su gata Anfissa (9) desaparecida bajo las bombas en Mykolaiv. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Veronika (38) era bailarina en Odesa, huyó de Ucrania en coche para llegar a Moldavia con sus hijos Margo (9) y Dimitri (13), mientras que Alexio (40) no puede salir del país debido a la ley marcial. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Alexio (40) vive sin Veronika (38), Margo (9) y Dimitri (13) por culpa de la ley marcial. Un conflicto armado abre paso a un asombroso sentido del deber. En medio de la devastación del país, se produce la devastación de ciudades, de barrios, de casas de todos tus amigos y familiares. El Gobierno llama a los hombres a unirse a la defensa del país, de tus hijos y de tu mujer. Alexio no lo hace por gusto de estar en Odesa. A nadie le apetece morir con 40 años. Pero los niños no pueden morir, porque son el futuro, y tampoco pueden quedarse sin un adulto que los guarde. Las mujeres son también el futuro. "Tú como hombre no eres el futuro; no eres nada". Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Yevgenia trabaja como vendedora y eligió resistir con su esposo y su hermana en Ucrania y dejó atrás a su amigo Vladimir que ahora está en Moldavia. Hay algunas mujeres luchando en el ejercito y hubo algunos hombres que se fueron antes de que estuvieran prohibidos abandonar el país a mayores de edad, hasta los 60 años, pero, mayoritariamente, la guerra la hacen los hombres, en ambos bandos. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Vladímir trabajaba y estaba fuera de Ucrania durante la invasión de Rusia y no quiere volver en su País para no poder salir hasta el final de la guerra. Ahora vive en Moldavia. Dejó atrás a su amiga Yevgenia. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Arina (11) vista en Moldavia sin su mejor amiga Daria (10) que se queda en Odesa con su familia. Aunque los niños sean pequeños y no sean completamente conscientes de lo que están viviendo la guerra les afecta de una u otra manera. Por eso es importante el apoyo constante de padres, maestros, voluntarios y psicólogos. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Daria (10) in Odesa con su familia no se ha despedido de Arina (11) antes que marchara con sus padres en Moldavia en calidad de refugiados. Algunos profesores también se han quedado en su país en guerra. "Los niños necesitan a profesores que hablen ucraniano y que antes de la guerra hayan estado dentro del sistema educativo y conozcan este sistema". Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Kirill está sin Tatiana (50) y Liza (15) que se fueron de Odesa sin el porqué tiene 18 años y no puede salir del país por la ley marcial. El joven ucraniano está viviendo con su padre la situación de su país tras la invasión de Rusia. Han estado escondidos en su domicilio, con apenas unas pocas horas de sueño por días y con el temor de que una bomba caiga cerca de casa. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Tatiana (50) y Liza (15) se fueron de Odesa sin el joven Kirill, 18 años. Ahora, gracias a la solidaridad internacional y a las ayudas concretas de sus vecinos, viven y descansan en una residencia turística en Chisinau (Moldavia) y quieren volver a Odesa. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Nikolay (16) entrena solo en Moldavia sin su crew de Kiev: Tim (16) Danya (16) y Denis que permanecen en la capital de Ucrania confiados en la victoria de los soldados ucranianos. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Tim (16) Danya (16) y Denis se quedan en la capital de Ucrania sin Nikolay (16) que vive en Moldavia sin sus amigos skaters de Kiev. Nikolay tiene una foto de ellos en su móvil, frente al monumento a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial. La obra está realizada por el escultor Alexander Morgatsky como recuerdo y agradecimiento a todos los que defendieron al país en aquella terrible guerra y está compuesta por dos figuras, masculina y femenina (piloto, Héroe de la Unión Soviética Ivan Selifonov y artillero-operador de radio Anna Fyodorovna Kolomeitseva), y representa el encuentro de dos veteranos. "Victoria del Pueblo" está escrito bajo las figuras de tamaño natural. Al mismo tiempo, la coexistencia e incluso concurrencia entre diferentes tendencias en la conmemoración de la Segunda Guerra Mundial tiene dimensiones no solo estéticas, sino también de comunicación políticas, la última de las cuales toma las peculiaridades de la conmemoración de los "viejos" héroes y heroínas nacionales soviéticos y "nuevos" jóvenes héroes de su crew. Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Euheniy (41) permanece en Mykolaiv apoyando al ejército contra la invasión rusa mientras su suegra Nadezhda (63) está en Moldavia con el resto de su familia. En el movil de ella hay una foto de Euheniy sobre un quad y previsualizaciones de 233 nuevos mensajes en 50 chat de Telegram. Un aviso que dice: "Senkevich en linea! Sonando la alarma de aire... News-N! Alerta de ataque aereo! 14:52 Vitaly Kim / Mykolaiv ODA! Mapa de las operaciones militares en Ucrania segun..." Foto de Gian Marco Benedetto Chisinau Moldova
Nadezhda (63), llegó a Moldavia el 20 de marzo sin su yerno Euheniy (41) que debe permanecer en Mykolaiv apoyando al ejército contra la invasión rusa. Foto de Gian Marco Benedetto
Chisinau Moldova